En una sociedad en la que el valor del suelo urbano no para de revalorizarse, los espacios verdes son cada vez más reducidos. Por esta causa el paisajismo ha buscado nuevas vías con las que dar vida nuestros entornos de cemento y asfalto.
Según paseamos por las calles de la ciudad vamos descubriendo que las azoteas y algunas fachadas están siendo conquistadas con las estructuras verticales que día a día gozan de más éxito. Una tendencia que conquista a cualquier persona deseosa de sentir una bocanada de oxígeno mientras disfruta de un momento de relax en medio de una atractiva composición vegetal.
Aunque aparentemente resulta una solución técnica complicada, si dejamos en manos profesionales su diseño, construcción y mantenimiento, podemos tener un jardín vertical perfecto para cubrir nuestra fachada o patio interior.
Un estudio científico asegura que cada persona necesita aproximadamente 10 metros cuadrados de espacio verde para mejorar su salud. Con estas soluciones se puede aumentar la superficie de las ciudades que, desde luego, no llega al mínimo recomendado por habitante.
Beneficios de instalar estructuras vegetales verticales
Además de la necesidad de contacto con la naturaleza del hombre, estos muros guardan muchos beneficios. A continuación os vamos a describir algunas de ellas.
- El jardín vertical es un gran aislante para el edificio. Consigue reducir hasta 5º la temperatura en verano y mantener el calor interior en invierno. Esto se traduce en un ahorro energético del 10-20 %.
- Son grandes aliados de la purificación del aire, absorben dióxido de carbono transformándolo en oxígeno y son capaces de procesar gran cantidad de contaminación producida por metales pesados.
- El sistema de riego puede aprovechar las aguas pluviales, aliviando así el alcantarillado y tratamiento de aguas residuales.
- También son grandes aislantes acústicos, absorbiendo la contaminación sonora hasta en 10 decibelios.
- Estos jardines mejoran el bienestar de los entornos urbanos, creando espacios naturales y más habitables.
- Está comprobado que una persona, que en su lugar de trabajo disfruta de un espacio verde, tiene menos estrés y mejora su rendimiento.
- Permiten poner en valor partes olvidadas de edificios, creando composiciones atractivas que revolucionan la vida de ese espacio.
En definitiva, el jardín vertical debería ser un compañero fiel de la ciudad. Aunque estamos acostumbrados que en su mayoría estos jardines se diseñan en edificios públicos o empresariales, poco a poco van conquistando terreno demostrando que se adaptan a cualquier escala y cualquier espacio, siendo un verdadero tesoro para viviendas unifamiliares o pequeñas oficinas. Sólo tienes que contactar con tu paisajista de confianza y dejar en sus manos el proyecto que cambiará tu calidad de vida.